Tras instalar nuestros libros en Arco, en Madrid, recorro los bares heavies de Vallecas con mi primo, se habla de Tarkovski, los Zeppelin,del conato de pandemia que se vislumbra en la lejanía y de sus inquietantes implicaciones orwelianas.
1-mayo-2020
Así nace esta investigación:
Estoy en Madrid, es 2020, nuestros libros me han llevado a Arco, de nuevo de feriante, es la décima feria, la décima ciudad que recorro este año. Esta vez el entorno de la feria es muy exclusivo, galeristas vestidos de galeristas. artistas vestidos de artistas, todo un poco redundante, moquetas y stands blancos, el lujoso minimalismo efímero de lo contemporáneo. Me quedo en casa de Alberto, un primo mío. Vive en Entrevías, que es de lo menos lujoso que puedes encontrar en Madrid, acabo de montar el stand y me largo a la librería “8 y medio”, en Plaza Castilla, he estado leyendo en el tren “Esculpir en el tiempo” de Tarkovski, quiero ver si hay algún libro que hable sobre el rodaje de Stalker. Hace un año escribí una reseña sobre Rerberg, el director de fotografía de “El Espejo”, y Tarkovski. Lo acabo de reeditar para Arco y me ha vuelto a picar la curiosidad. Me equivoco de parada de metro pero me sirve para darme una vuelta por el palacio real, me encanta Madrid, cielos tersos casas herrerianas y esas cosas. Quedo con Alberto en “8 y medio”, he comprado dos libros, me tomo un par de cervezas mientras espero leyendo a un freak que escribe sobre “El Espejo”.Escribe como si la película fuese mucho más que una película. Realmente lo es. Tengo grabada en la cabeza una secuencia, los travellings encadenados de la imprenta. Es más que una secuencia. Es una construcción cinematográficamente perfecta. Por fin llega Alberto, charlamos sobre a el pueblo donde veraneábamos de pequeños, eran los años 70, aunque la mayoría de nuestros recuerdos se instalan en los 80. Nosotros fuimos, por así decirlo, la generación punk del pueblo, nuestros primos mayores eran, sin embargo, heavies. Salimos de “8 y medio”, cercanías hacia Vallecas, Alberto ha visto “Stalker” pero no “El Espejo”. Es pronto, así que nos acercamos al Vkaos, el último reducto heavy del sur de Madrid. No hay nadie. Una reina Metal nos sirve tercios de Mahou, suena “All of my love” del último disco de los Zeppelin, dejamos Stalker y “La Zona” y nos enzarzamos en una conversación nebulosa entre quién fue el que murió ahogado en su propio vómito, Bohan de los Zep o Scott de ACDC. Internet nos da la respuesta, ambos murieron en 1980 pero fue Bohan en que se ahogó en su propio vómito. “All of my love” no acaba nunca, o puede que la haya puesto dos veces, a la camarera le encanta, la tararea, a mi es la canción que menos me gusta de los Zeppelin, a mi primo también. El Vkaos es un antro, y tanto los dueños como los clientes, (hoy sólo somos mi primo y yo pero imagino que de vez en cuando habrá más) están orgullosos de ello. Es el paroxismo de la estética heavy de barrio, pegatinas de grupos hard core, pero también de los Suaves, Leño y de los Ramones, lo que en un bar heavy es un poco contradictorio. Al fondo, junto a la máquina de pinball hay un mural con caballos, unicornios y héroes de fantasía medieval, naif, oscurecido por miles de cigarrillos y canutos que, aunque ahora no se fumen, se han fumado bajo la mirada atenta de un par de mujeres imposibles que vigilan desde el muro. La atmósfera del Vkaos es perfecta, a mi, a pesar de que nunca me ha gustado demasiado el heavy, me encanta. Es un reducto. Una Zona. En “Esculpir en el tiempo” Tarkovski habla de un termino japonés, “saba”, que literalmente se traduce por suciedad o roña pero que carece de las connotaciones negativas del su traducción a cualquier lengua occidental, cualquier cosa “saba” es venerable porque es una marca del paso de tiempo, una huella del envejecimiento y, por consiguiente, de la sabiduría. Toda la estética de Tarkovski está marcada por intentar fotografiar el “saba”, el tiempo, las texturas. En “El Espejo” esto es sutil, elegante, en “Stalker” es el factor dominante de toda la fotografía de la película. Se lo comento a Alberto, miramos alrededor, no sé si me ha escuchado, si me ha entendido, pero yo veo la barra viejísima del Vkaos donde docenas de miles de cervezas han pasado de mano en mano, veo la pátina de las paredes, las pegatinas que tapan cada hueco, y veo “saba”. Hablo con la camarera, pido dos cervezas, Alberto le pide algo, no se oye mucho, porque a pesar de estar solos Leño suena a todo volumen, ella entra en una especie de cocina, vuelve sonriendo, nos acerca las cervezas, y deja sobre la mesa dos pequeños llaveros con forma de guitarra eléctrica. Pagamos.
Tempo di Viaggio | Tonino Guerra | Andrei Tarkovski | 1983
Danmarks Radio – March 17, 1969 – Led Zeppelin